Genpets o de cómo la gente sigue creyendo en Santaclós


escuchado todo tipo de leyendas urbanas, desde la carne de rata de los productos de la extinta cadena Burger Boy, pasando por los pitufos de peluche que ahorcaban niños, hasta las criaturas sin ojos ni patas de KFC y McDonalds. La palabra clave es leyenda. Antes llegaban, aunque ustedes no lo crean, de boca en boca. Sí, la gente platicaba durante el recreo, el almuerzo o la comida sin tener las manos y la vista fijas en una Blackberry o un iPod Touch. Diablos, te enterabas de los sucesos por la radio, primero, luego por televisión y luego esperabas al periódico del día siguiente. Ahora lo común es que te llegue un relato por correo electrónico, forwardeado mínimo 7 veces, con decenas de direcciones de personas que no conoces y firmas de colores con faltas de ortografía.

Esta es la cuarta vez en tres semanas que me llega la leyenda urbana de las Genpets, por mail y twitter. Se supone que son pequeñas creaciones genéticas y, permítanme interrumpir así de temprano en la descripción para decir que ya desde ahí suena a mamada de proporciones Divine Brown. Épicas, amiguitos. Continúo. Estas pequeñas bestezuelas creadas artificialmente son empacadas como Hot Wheels. Ah, pero están dormidas profundamente por medio de un proceso químico y despiertan cuando las sacan del empaque. Además, durante su creación, se les proporcionan distintas personalidades (codeadas por color, desde luego) para que el chiquitín de la familia escoja el suyo a conveniencia. Duran vivos uno o tres años, según lo que se decida y sangran, sufren y se acongojan como cualquier otra criaturita de Gawd. Como en los ya mencionados ejemplos de los McBlobs, los correos vienen acompañados de airadas quejas acerca de que el hombre se quiere comparar con Dios. Y cito:

Sus hijos juegan con la mascota y la gente de BioGenica juega a ser dios y a tocar las cadenas de ADN para tener un producto vendible y atractivo. ¿Usted le compraría una a su hijo?

Por supuesto, tiene todas las características para convertirse en una leyenda urbana espameante. Tiene el elemento fantástico, la moraleja moralina, una decena de fotografías chocantes y retoma un elemento actual: la manipulación genética. Ya, en serio ¿que parte de ello no les suena a mentira? Está muy cabrón que haya gente adulta que se deje llevar por este tipo de cosas. Pero es el mismo caso de los gatos bonsai (ah, no mames inche lets, eso sicierto, un primo que se fue a vivir a kOrEa se compró uno y se llama Simón), los pollos sin picos, la foto del dude en el WTC, el teléfono Nokia/Samsung/Sony/Apple que te puedes ganar por contestar una encuesta o la supuesta victoria de AMLO en las elecciones pasadas. Falso todo ello. He recibido correos para juntar firmas para que los lugares de comida rápida dejen de manipular genéticamente a los animalitos porque, claro, es más barato crear una bola de carne pulsante que matar, eh, una vaca que ya exista. Si tienes la mala suerte de conocer a más de una persona de la lista de correos, lo recibirás una y otra y otra vez, como esas cadenas de las que “tienes que deshacerte en menos de 10 minutos o te pasa algo malo, malo, malisísimo”. No sean tan crédulos amiguitos. No se necesitan poderes especiales ni nada, es sólo cuestión de leer lo que reciben, no sólo de darle un vistazo rápido y pasar la bolita.

Ahora, la verdad de las Genpets: son pequeños animatronics creados por un artista de efectos especiales, Adam Brandejs, con el objeto de generar algo de reflexión acerca de la manipulación genética, “una crítica a la ética corporativa”, como él mismo lo dice en su página. No pretende que la gente “se la crea”. Eso sí, hay un montón de personas que lo hacen y que levantan su puño con ira para protestar por algo que, a todas luces, no existe. Sí, aparentan respirar y moverse, pero porque tienen sus cuerpecillos llenos de circuitos, no de carne y huesos.

Así que ahí lo tienen. No crean todo lo que leen, menos aún si les llega por correo electrónico. Eso sí, al próximo que me mande otra puta cadenita de mierda, se la voy a regresar llena de mentadas de madre y lo suscribiré a sitios de porn, Viagra de contrabando y póquer online. Advertidos han sido.

La explicación del creador mismo, en su web personal. Y recuerden, Google es su amigo.

tal cual de: http://paiki.wordpress.com/2008/11/20/genpets-o-de-como-la-gente-sigue-creyendo-en-santaclos/

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