Del Budismo

El Dalai Lama no es el “Papa” de los Budistas ni es un teócrata (“Dios vivo”).
El Dalai Lama es el cabeza o líder espiritual de la escuela Gelugpa del Budismo tibetano, y es también el jefe secular de Tibet, del denominado “gobierno tibetano en el exilio”. No es tampoco el “jefe espiritual” de todos los budistas, sólo de la escuela Gelugpa del budismo tibetano. Un budista zen respetará al Dalai Lama, como respeta a otros líderes espirituales, pero no está sometido a su autoridad. Por norma general los budistas (sean de la escuela que sean) respetarán a los representantes de los respectivos linajes budistas.

El Budismo es exotérico, es decir, está destinado a todos los seres y debe ser comprensible para todos. Si algunas escuelas del Budismo (sobre todo del Vajrayâna) tienen aprendizajes o técnicas esotéricas, este no representa a todos los budistas. El Budismo no es ni siquiera una religión mística en la cual hay abandonarse o “conectarse” de forma personal con un ser divino. El budismo es un camino ético de esfuerzo personal abierto a la comprobación continua de sus enseñanzas.

El budismo no impone, “propone” un modelo de enseñanza que debe ser refrendado por la experiencia y sometido a la razón.

El karma no “castiga”, sino que “reparte”. Seremos castigados o premiados por nuestro comportamiento, no por sus condiciones. Somos "jueces y ejecutores de nuestros actos".

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