La Entrevista Psicologica

Un preconcepto bastante extendido en la población en general es que, si estás frente a un psicólogo debes andar con cuidado pues tiene la facultad de leer tu mente, analizar tus movimientos y expresiones –verbales o no- y sacar luego conclusiones secretas y certeras (que nunca conocerás) sobre tu personalidad.
Guiados por esta convicción entonces, muchas personas durante una entrevista muestran lo que creen que el psicólogo aprobará felicitándolos en su fuero interno, y reprimen –seguros de ocultarlas- aquellas facetas de la personalidad que les disgustan, que les avergüenzan o que consideran negativas para el puesto al que aplican.
Pues bien, el preconcepto sobre los psicólogos y los comportamientos que desencadena en quienes lo sustentan, se alejan de la verdad.
Es obvio que nadie puede saber qué estas pensando, ni aún el psicólogo más experimentado. Es verdad que de tus expresiones y comportamientos puede conocer algo de tu manera de ser, y su formación, entrenamiento y experiencia le sugerirán con mayor o menor certeza si puede avanzar contigo –o no- hacia la posición que está buscando cubrir y para la cual te has postulado.
Pero sería un grave error pretender impostar lo que no se es, pues de nuevo, su formación, entrenamiento y experiencia le permitirán detectarlo apenas suceda, durante la entrevista psicológica.
Mostrarte tal cual eres formalmente y con corrección (no estás con un amigo) dejando entrever que tienes fortalezas y debilidades como todo el mundo; subrayar la experiencia laboral que acreditas en relación al puesto que buscas, serán tus mejores cartas en este juego donde la seducción y la transparencia de tus dichos deben mostrar siempre un equilibrio convincente.
lo vi aqui
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